Se trata de una crema muy suave y densa especial para pieles infantiles o pieles sensibles y atópicas, incluidas las que
ya están irritadas, enrojecidas o con brotes de dermatitis. Le he puesto caléndula y aceite de almendras que calman mucho la piel, el aceite de aguacate rico en vitaminas la nutre ayudando a la regeneración y la cera virgen
de opérculo hace que la crema se pegue firmemente a la piel para mantenerla hidratada durante más tiempo, pero siempre dejando que transpire de forma natural.
Completamente libre de químicos, perfumes y conservantes. (Tiene un ligero olor dulce/miel, característico de la cera de opérculo, que es la que recubre la miel y la jalea real en las celdillas hexagonales de los panales de abeja).